El edificio LIVING IN LIME proyectado por Peris + Toral Arquitectes se encuentra en una parcela rectangular irregular y limita con tres calles y un camino que conduce a la Vía Verde. El edificio se alinea a dos calles por lo que se reduce el frente y se generan dos vacíos en diagonal en las dos esquinas opuestas que se formalizan como patios al tapiarlos en su perímetro, que recuerdan a las corralas. Uno de ellos, el más cercano al casco antiguo se trata de la entrada principal y el otro un mirador con vistas al mar.
En la zona de solape el edificio cuenta con 28 metros de profundidad por lo que se prepone una pasarela exterior con una entrada de luz cenital que permite generar viviendas pasantes, a la vez que el espacio está protegido del sol y ventilado con un cerramiento de lamas de marès. Además, en las entradas a las viviendas aumenta su dimensión para generar terrazas con sombra. Se incluyen materiales que dialogan con el lugar como la teja árabe en las cubiertas inclinadas y el marès de zócalo del edificio.
LIVING IN LIME - 42 VPO en Son Servera por Peris + Toral Arquitectes. Fotografía por Alvaro Homar.
Descripción del proyecto por Peris + Toral Arquitectes
Inspirado en la arquitectura vernácula y utilizando materiales locales y ecológicos, el edificio de viviendas sociales combina estrategias ambientales y sociales que apuntan a la sostenibilidad. Los patios, jardines y calles habitadas fomentan las interacciones sociales y mejoran el rendimiento termodinámico del edificio.
Las calles elevadas presentan una secuencia de pequeños patios para proporcionar ventilación cruzada e iluminación a las viviendas que flanquean ambos lados de la pasarela, mientras que las viviendas restantes son unidades pasantes con doble orientación. La estructura generadora de espacios está formada por muros de carga, articulando la planta en diagonal. La tipología de vivienda no distingue entre zonas de día y de noche, separando las habitaciones, cada una en un extremo de la planta, mientras que el salón pasante conecta ambas fachadas, concatenando diferentes espacios sin perder la unidad del espacio a través de largas líneas diagonales de visión. El salón y la cocina prolongan el centro de gravedad de la planta, mirando hacia el exterior a través de dos espacios intermedios: una soleada terraza en fachada, que sirve como jardín de invierno, y una celosía de madera para conseguir privacidad en la pasarela.
El ambiente del pueblo, caracterizado por muros de marés con jardines escondidos detrás, ha influido mucho tanto en la elección de los materiales como en el proyecto del edificio. La ubicación de la parcela en las afueras del pueblo, su proximidad al centro histórico y la pequeña escala de las parcelas vecinas sugieren un enfoque de doble escala. El edificio se articula en dos volúmenes, alineándose con las calles perimetrales, el frente de fachada se reduce para minimizar su impacto en el casco antiguo. Este enfoque crea dos vacíos diagonales en esquinas opuestas de la parcela. Dos patios, uno mineral y otro vegetal, que sirven como espacios intermedios con carácter diferenciado, acompañando tanto los accesos como las estancias comunes del edificio. El volumen se escalona en respuesta a la pendiente de la parcela. Las cubiertas inclinadas de teja árabe, los huecos de fachada y los muros que prolongan la base del edificio son claves para su integración en el entorno. La agregación de pasarelas crea calles elevadas que reflejan las proporciones de las calles del pueblo, promoviendo las interacciones sociales entre los residentes.
LIVING IN LIME - 42 VPO en Son Servera por Peris + Toral Arquitectes. Fotografía por Jose Hevia.
La fachada se proyecta con arenisca local autoportante (yeguas), de 10cm de espesor, que aumenta hasta 20cm para formar vanos y arcos adintelados, y 40cm en los muros. Se utilizan dos tipos de piedra: una piedra blanca más dura, pesada y resistente para las zonas en contacto con el suelo, y otra más ligera y arenosa para las partes superiores.
Los muros de carga se han construido con piezas cerámicas cocidas con biomasa procedente de la industria local, utilizando ladrillos huecos H20. Dada la baja densidad aparente de este material, los ladrillos se colocaron con sus huecos en vertical para rellenarlos de arena, aumentando así su masa e inercia. Esta solución aborda la acústica entre vecinos con una única capa. Para sellar correctamente las juntas y dotar de propiedades higrotérmicas a la pared, se ha revestido por ambas caras con un revoque de mortero de cal de al menos 15mm de espesor.
Las losas de hormigón blanco se aligeran, revelando las nervaduras in situ de la lógica unidireccional. El encofrado se ha reutilizado como base de la estructura de la cubierta inclinada.
Las pasarelas se resuelven con un SATE – Sistemas Compuestos de Aislamiento Térmico Exterior de corcho de 10 cm de espesor, revestido con revoque de cal.