El proyecto, surgido de un concurso celebrado en 2008, es una clara muestra de reutilización de unas instalaciones existentes, tipológicamente industriales. No tirar, aprovechar al máximo, es un proyecto donde se gasta el dinero solo para lo que es necesario. ¿Se puede aprovechar el suelo?, ¿sí?, pues ese es el suelo del proyecto... y así con todas las estrategias del proyecto. Es un proyecto del que muchos tendrán que aprender, no solo por un resultado estético notable, sino por las estrategias proyectuales que se aplican, reducción de huella ecológica, sostenibilidad pasiva, inteligencia en el aprovechamiento de los recursos, en fin, nuestro ¡ Sombrero en pico para Carlos Arroyo arquitectos !
OostCampus es la sede de los servicios cívicos, administrativos y sociales de un territorio en el corazón de la Campiña de Brujas (Brugse Ommeland), un hermoso paisaje trazado por alineaciones de árboles y canales, y puntuado por los castillos residenciales construidos a lo largo de los siglos por los ricos comerciantes de la vecina ciudad flamenca, y enriquecido con discretos parques industriales de empresas tecnológicas como Siemens, Tyco, Entropia Digital, o EADS.
En 1977 se agruparon los municipios de Oostkamp, Hertsberge, Ruddervoorde y Waardamme a consecuencia de una ley nacional que eliminó más de 300 municipios en toda Bélgica. Se reagruparon servicios, pero las instalaciones resultantes quedaron dispersas en los distintos edificios municipales.
En 2006, el ayuntamiento adquirió los terrenos de unas instalaciones de Coca-Cola, construidas en 1992, que habían quedado obsoletas. Los terrenos (4 Ha), situados a 5 minutos andando del centro de Oostkamp, a 10 minutos en bicicleta de los otros núcleos, y cerca de la salida de la Autopista E-40, ofrecían la oportunidad de agrupar los servicios municipales, aprovechando sinergias y construyendo una imagen común.
En 2008 el Gobierno de Flandes (Vlaams Bouwmeester) anunció un concurso internacional de ideas, para construir OostCampus, con un lema que parafrasea a Magritte: “Ceci n’est pas... een administratief centrum”
El proyecto ganador, del estudio madrileño de Carlos Arroyo, apostó por una reutilización radical de la gran nave industrial existente, incluyendo cimientos, soleras, estructuras portantes, piel exterior, aislamiento, impermeabilización, así como todas las instalaciones de servicios y equipos recuperables: estación eléctrica, planta de calefacción, conductos de agua, mangueras contra incendios, drenaje, e incluso zona de aparcamiento, vallado y accesos.
La reutilización de lo ya existente es un criterio básico de sostenibilidad. La “energía gris” (la energía utilizada para la producción de algo) es frecuentemente descartada, o simplemente ignorada. Si demolemos una estructura existente y construimos de nuevo, utilizaremos más energía y recursos que lo que el más eficiente de los edificios sea capaz de ahorrar en su vida útil.
Para transformar la gran nave - con la mínima huella ecológica pero con el máximo resultado espacial - Arroyo proyecta un espacio público interior resguardado, envuelto en un “paisaje luminoso de nubes blancas”, unas delgadas cáscaras de GRG (yeso y fibra) que abarcan el espacio como enormes pompas de jabón. Solo tienen 7 mm de espesor. El GRG se aplica sobre moldes en forma de burbuja dispuestos en obra, igual que una escayola sobre un brazo roto; el vendaje es en este caso malla de fibra de vidrio.
Los materiales son sencillos y baratos, pero están elegidos y utilizados de manera que queramos acercarnos a tocarlos. Hay acabados de fieltro, realizado con botellas recicladas (de PET); tableros sencillos que al texturarlos con una fresadora 3d se convierten en sofisticados damasquinados; el suelo es el existente en la nave industrial, con sus líneas de almacenaje, a las que se ha superpuesto la nueva señalética. La acústica se ha trabajado cuidadosamente, e incluso el olor! El precio de construcción por metro cuadrado es un tercio del normal para edificios equiparables.
El confort térmico se consigue con el mínimo esfuerzo, gracias a la técnica de la “cebolla térmica” que optimiza la climatización según niveles de acceso y aprovecha la inercia térmica de la losa de hormigón.
En este paisaje interior se construye un sistema modular de núcleos de servicios y espacios administrativos, diseñado para facilitar la relación entre la ciudadanía y una administración transparente. El salón de plenos está a la vista de todos, las salas de reuniones están en mitad del espacio público, la información es accesible; incluso puede visualizarse la página web municipal…y entrar físicamente en ella para hablar con la persona que está detrás!
Esta es una cuestión clave en este proyecto, que responde a una estrategia más amplia en el gobierno de la ciudad, a cargo del teniente de alcalde Jan Compernol, de elaborar y poner en práctica una nueva forma de organizar la administración de la comunidad. Se gestionó a través de una serie de talleres con todos los empleados, donde todo el mundo tenía voz.
Durante la fase de proyecto básico, se dedicaron seis meses a la puesta a punto del concepto, para establecer la disposición correcta en términos de flujo de trabajo, la privacidad, la escala, el potencial de crecimiento, la flexibilidad, mantenimiento, etc. El equipo de arquitectos viene desarrollando una herramienta para facilitar este tipo de diálogo, que llaman "topograma”. Es un diagrama de espacios, requisitos, condiciones y conexiones que hace que sea más fácil hablar de diseño de espacios con personas que no necesariamente trabajan con planos técnicos.
"Fue un proceso muy enriquecedor. La ciudad, empleados, ciudadanos, expertos y diseñadores, aprendimos unos de otros y desarrollando una visión para un nuevo tipo de gobierno de la ciudad. Nuestro diseño es la cristalización de esta visión. " Carlos Arroyo.
OostCampus se ha inaugurado el 15 de Junio de 2012. La aplicación de criterios de sostenibilidad, con resultados espectaculares, ha llevado a definir el trabajo de Carlos Arroyo como “sostenibilidad exuberante”.
CRÉDITOS
Arquitectura: Carlos Arroyo Arquitectos
Desarrollo / Ejecución: Wolkenbouwer (Carlos Arroyo Arquitectos + ELD Partnership, Belgium)
OostCampus Park, en colaboración con VLM, Agencia Flamenca del Paisaje
Carlos Arroyo Arquitectos
Arquitectos: Carlos Arroyo, Vanessa Cerezo.
Equipo de Proyecto: David Berkvens, Carmina Casajuana, Irene Castrillo, Miguel Paredes, Benjamin Verhees, Pieter Van Den Berge, Luis Salinas, Sara Miguelez, Sarah Schouppe.
ELD Partnership
Arquitectos Asociados: Marc Van Doninck, Bart Anthonissen.
Equipo de Proyecto: Evelien Pringels, Luc Berghmans, Nico Bogemans, Margarita Fernandez y Lago. Ingeniero Asociado: Stefaan Wasiak. Estructura: Leslie Degueldre, Erwin Van Meel. Instalaciones: Vik Vanackere. Lieven Indigne. Christof Van Put. Mediciones: Koen Hermans. Construction management: Zeger Cootjans
Situación: Oostkamp, Belgica
Superficie: Edificio: 11.000 m² --- Parque: 40.000
m²Presup.proy.: Edificio: 6.5 M.€ --- Parque: 1.3 M.€
Final Obra: Edificio: 6.2 M.€ --- Parque: 0.9 M.€
Cliente: Autonoom Gemeentebedrijf Oostkamp
Oostkamp City Hall (Gemeente Oostkamp)
Oostkamp Social Services (OCMW)
Contratista: CEI De Meyer http://www.cei-demeyer.be
Concurso: 2008 Open Oproep www.vlaamsbouwmeester.be
Construcción: Febrero 2011 Marzo 2012
Inaugurado: 15 Junio 2012