La rehabilitación de Vázquez Consuegra afectará a la totalidad del edifico. Se resolverán los problemas de funcionalidad del edificio a través de operaciones de restauración, consolidación, acondicionamiento y eliminación de adiciones inadecuadas.
El edificio se abrirá al entorno del Parque de María Luisa y la operación sustantiva del proyecto se desarrolla sobre su eje transversal, que trataría de rescatar el espacio del óvalo central como acceso y vestíbulo principal del museo.
La Sala Oval se transforma en el elemento clave del orden compositivo y simbólico de la intervención, añadiendo un nuevo núcleo de comunicación vertical, liviano y acristalado que permitirá conectar de forma clara y satisfactoria los tres niveles expositivos del museo.
Visualización. Rehabilitación del Museo Arqueológico de Sevilla por Guillermo Vázquez Consuegra.
Recuperará su posición como espacio de ingreso y acogida; accesos a los distintos recorridos, información, áreas de descanso, venta de entradas, organización de grupos, etc. Una idea parecida a la del proyecto de Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929.
La intervención en el eje central, tanto en horizontal como en vertical, cobra un sentido al formar parte del proceso histórico del edificio. Por lo que propone un nuevo núcleo vertical de comunicaciones en su fachada trasera, justo en su eje central.
También se potencia la comunicación entre las fachadas norte y sur gracias a la apertura de la gran puerta situada al fondo, hoy clausurada, al nuevo espacio de comunicación y circulación vertical, luminoso y transparente, que mira a los jardines.
En el nivel superior se incorporarán dos pasarelas donde la intervención alcanza su mayor grado de cualificación, curvadas que oponen su convexidad a los planos cóncavos del ovalo. El semisótano se adaptará para la exposición del material prehistórico.
Visualización. Rehabilitación del Museo Arqueológico de Sevilla por Guillermo Vázquez Consuegra.
Descripción del proyecto por Guillermo Vázquez Consuegra
La actual sede del Museo Arqueológico de Sevilla, con una magnífica colección permanente de piezas realmente soberbias, es un contenedor obsoleto y desvencijado. Se trata, sin embargo, de un notable edificio del arquitecto Aníbal González construido entre 1911-1919, con una serie de intervenciones posteriores de desigual fortuna que han ido devaluando, cuando no anulando, la potencialidad espacial del edificio original.
Este imprescindible y largamente esperado proyecto de intervención en el Museo Arqueológico supone la oportunidad de acometer finalmente, de forma unitaria y completa, una intervención integral que afectará a la totalidad del edificio. Una visión global que al tiempo que permitirá mostrar adecuadamente su espléndida colección permanente, abrir el edificio al bellísimo entorno del Parque de María Luisa y resolver los atávicos problemas funcionales que nunca fueron debidamente resueltos, va a acometer una serie de operaciones de restauración, consolidación, acondicionamiento y eliminación de adiciones inadecuadas. Operaciones imprescindibles para la supervivencia de los valores patrimoniales del edificio, así como para dar respuesta a los requerimientos y exigencias contemporáneas de un museo para el siglo XXI.
Las reformas que se han venido sucediendo a lo largo de los años han supuesto la alteración progresiva de la tipología edificatoria y la espacialidad interna del edificio de Aníbal González, imponiendo otras lógicas ajenas a la construcción original, pero sin alterar en lo fundamental la imagen exterior de su arquitectura.
Visualización. Rehabilitación del Museo Arqueológico de Sevilla por Guillermo Vázquez Consuegra.
La operación sustantiva del proyecto se desarrolla sobre su eje transversal. Una operación que trataría de rescatar el espacio del óvalo central como acceso y vestíbulo principal del museo, añadiendo un nuevo núcleo de comunicación vertical, liviano y acristalado que permitirá conectar de forma clara y satisfactoria los tres niveles expositivos del museo.
Intervenir en el eje central, tanto en horizontal como en vertical, cobra un significado profundo al formar parte del proceso histórico que ha dado como resultado, en esta superposición de estratos de historia, los más hermosos edificios de la historia de la arquitectura.
Se propone, por tanto, un nuevo núcleo vertical de comunicaciones en su fachada trasera, justo en su eje central. Está situado en el exterior del edificio pero tan próximo a su fachada sur como las condiciones funcionales lo permitan y ligeramente retrasado respecto a la línea de proyección de los torreones, por lo que se inscribirá en el interior de la envolvente virtual del edificio existente, o dicho de otra manera, siempre dentro del sólido capaz de la edificación.
Visualización. Rehabilitación del Museo Arqueológico de Sevilla por Guillermo Vázquez Consuegra.
En la propuesta la Sala Oval se transforma en el elemento clave del orden compositivo y simbólico de la intervención, recuperando su posición como espacio de ingreso y acogida (accesos a los distintos recorridos, información, áreas de descanso, venta de entradas, organización de grupos, etc.) como así sucedía en el proyecto de Aníbal González cuando fue proyectado para la Exposición Iberoamericana de 1929.
Desde este espacio central se podrá acceder tanto a las exposiciones temporales como a la exposición permanente del museo. También se potencia la comunicación entre las fachadas norte y sur gracias a la apertura de la gran puerta situada al fondo (hoy clausurada) al nuevo espacio de comunicación y circulación vertical, luminoso y transparente, que mira a los jardines. Por lo tanto se consigue una mayor permeabilidad y apertura visual del edificio hacia su entorno, intensificada ahora con la apertura de las logias externas. Permeabilidad, transparencia y luz natural.
La propuesta plantea la sustitución del lucernario existente por otro elemento de control solar de diseño más acorde a la geometría de la Sala Oval, situándolo justo a la cota del lucernario original y recuperando por tanto su altura primitiva así como la percepción global de su recinto interior, potenciando de esta forma la espacialidad vertical del nuevo gran vestíbulo del museo.
Visualización. Rehabilitación del Museo Arqueológico de Sevilla por Guillermo Vázquez Consuegra.
Pero habrá de ser en el nivel superior con la incorporación de dos pasarelas donde la intervención alcanza su mayor grado de cualificación. Dos pasarelas curvadas que oponen su convexidad a los planos cóncavos del ovalo, en un sutil ajuste de curvas y contracurvas, constituirán el punto de partida del nuevo trazado geométrico del elemento de control solar suspendido, con el espesor suficiente para evitar el soleamiento directo, al tiempo que añaden una componente de contemporaneidad a la estratigrafía histórica, constructiva y museográfica del museo.
Las distintas y fragmentadas intervenciones acaecidas, desde las primeras reformas de 1942 y 1946 a las más profundas de 1971-1973 o las más recientes de 1981 ó de 2007-2015, con exigencias normativas muy diferentes a las actuales, obliga a realizar una reorganización estructural que afectará sustancialmente a los forjados de planta alta intentando, en todo caso, mantener aquellos que pudieran ser recuperables.
En el semisótano, una planta que fue proyectada como forjado sanitario para aislar y proteger de la humedad la planta baja, se ha logrado rebajar levemente la cota de su pavimento consiguiendo que los espacios resultantes sean adecuados para la exposición del material prehistórico, que actualmente se muestra en este nivel, sin duda ahora cualificado por la intervención no solo arquitectónica sino también museográfica. Todos estos recintos abovedados culminan en el recinto oval destinado a la Sala de los Tesoros, donde se mostrará el Tesoro del Carambolo, pieza estelar de la colección del Museo. Por último, distintas operaciones en la topografía del terreno, y con el cuidado de no afectar a los frondosos árboles próximos al edificio en su fachada trasera, van a facilitar el acceso rodado y peatonal a las distintas dependencias que conforman esta planta y que disfrutará, ahora sí, de iluminación y ventilación natural.