Los Afijos, una intervención site specific que ha realizado Juan López (Cantabria, 1979) comisariada por Manuela Villa, para el programa Abierto x Obras, que tiene lugar en la antigua cámara frigorífica del que fue el matadero de Legazpi. La propuesta del artista plantea una intervención escultórica sobre la arquitectura como forma de resistencia contra lo establecido.
Los afijos son secuencias lingüísticas que se anteponen, se posponen o se insertan en una palabra para modificar su significado. Esta intervención, realizada específicamente para el programa Abierto x Obras de Matadero Madrid, trabaja con la relación entre escritura y arquitectura, entre signo y significado, entre escultura y collage. En un mundo hipercomunicado, poblado de signos creados por una élite intelectual y/o social, López juega con la posibilidad de alumbrar nuevos significados, nuevos espacios y otros regímenes de lo sensible, a partir de la creación de renovados signos, que además componen otros espacios. Así pues, se resignifica el discurso a la vez que se resignifica la arquitectura y por tanto nuestra manera de relacionarnos en este espacio.
Juan López busca desde el inicio de su carrera desvelar otros modos de percibir el lugar como hipótesis para otras relaciones sociales fuera de la normatividad impuesta por el poder. En su obra, y mediante el recurso de la metáfora, quiebra y recompone los vínculos entre estos tres elementos: ciudad, subjetividad y poder. Ha expuesto en numerosas galerías, centros de arte, ferias y museos nacionales e internacionales como La Casa Encendida, MUSAC, Centro de Arte Laboral, Fundación Joan Miró, La Panera, O.K. Centrum Tokyo Wonder Site o Den Frie.
La arquitectura como forma de resistencia contra lo establecido en una nueva intervención en Abierto x Obras, la antigua cámara frigorífica de Matadero.
Los afijos son secuencias lingüísticas que se anteponen, se posponen o se insertan en una palabra para modificar su significado. Esta intervención, realizada específicamente para el programa Abierto x Obras de Matadero Madrid, trabaja con la relación entre escritura y arquitectura, entre signo y significado, entre escultura y collage. En un mundo hipercomunicado, poblado de signos creados por una élite intelectual y/o social, López juega con la posibilidad de alumbrar nuevos significados, nuevos espacios y otros regímenes de lo sensible, a partir de la creación de renovados signos, que además componen otros espacios. Así pues, se resignifica el discurso a la vez que se resignifica la arquitectura y por tanto nuestra manera de relacionarnos en este espacio.
Juan López busca desde el inicio de su carrera desvelar otros modos de percibir el lugar como hipótesis para otras relaciones sociales fuera de la normatividad impuesta por el poder. En su obra, y mediante el recurso de la metáfora, quiebra y recompone los vínculos entre estos tres elementos: ciudad, subjetividad y poder. Ha expuesto en numerosas galerías, centros de arte, ferias y museos nacionales e internacionales como La Casa Encendida, MUSAC, Centro de Arte Laboral, Fundación Joan Miró, La Panera, O.K. Centrum Tokyo Wonder Site o Den Frie.