El proyecto organiza el programa de espacios cerrados disponiéndolos en forma de «L» y poniendo el acento en el tratamiento de los espacios intermedios, formados por terrazas o pasillos abiertos donde se realizan recorridos y conexiones, incluso actividades que siempre están en contacto con el exterior, la búsqueda de una hibridación con el paisaje, donde una segunda fachada más interior es la encargada del cerramiento real.
Casa Jícaro por Mauricio Quirós Pacheco. Fotografía por Fernando Alda.
Casa Jícaro por Mauricio Quirós Pacheco. Fotografía por Fernando Alda.
Descripción del proyecto por Mauricio Quirós Pacheco
La mayoría del terreno en Malpaís, Santa Teresa y Playa Hermosa – tres ciudades costeras sucesivas conocidas globalmente como nichos ecológicos, turísticos y de bienestar – tiene acceso directo a algunas de las playas y paisajes montañosos más excepcionales de no solo Costa Rica, pero de todo el mundo. El sitio de la Casa Jícaro, ubicado en el corazón de la colina, no tenía acceso directo a ninguna.
La casa se configura bajo un esquema de patio descentralizado para imponerse sobre esta desventaja. Se ofrece acceso a agua y a suelo natural dentro del patio; donde una mitad es una piscina, y la otra mitad, es un jardín. El programa residencial, social y el espacio de estar para la familia de cuatro, se configura en un volumen con forma de “L”, cubriendo dos lados del patio. En los otros dos costados, se acompaña con plataformas elevadas de madera con acceso por medio de puertas plegables.
Casa Jícaro por Mauricio Quirós Pacheco. Fotografía por Fernando Alda.
El plano de la casa es un cuadrado de 12x12m intersectado por un ángulo oblicuo adecuándose a los requerimientos de retiro. El volumen del patio es sustraído del volumen del techo a cuatro aguas, resultando en una cubierta contrastante con la estabilidad de la planta y se eleva sobre el espacio descansando sobre una franja de ventanas del claristorio. Similarmente, la simple geometría y el dimensionamiento preciso de los elementos estructurales permitieron la incorporación de una estructura de acero de bajo costo apoyada sobre una base de concreto. En vez de conectarse verticalmente, ambos materiales se unen de manera lateral; de modo que ningún elemento de acero toca el nivel de suelo, y tampoco el agua de lluvia de alta salinidad y la humedad, las cuales drenan en la tierra.
La fachada plegable y articulada cuestiona la naturaleza de la domesticidad, permitiéndole a la Casa Jícaro ser tanto introvertida como extrovertida. Cuando se encuentra cerrada, el jardín y la piscina son áreas privadas, por lo cual se extiende los espacios colectivos de la casa hacia el exterior, y las plataformas de madera se convierten en una terraza y elementos de sombra. Una vez abierta, el patio se convierte público, las plataformas en un corredor para la piscina; y los marcos estructurales encuadran la vista hacia los vecinos y la vegetación circundante. Cualquiera puede ver tanto hacia dentro como hacia afuera.
Visualización de estudios previos por Mauricio Quirós Pacheco.