Fontán, edificio del año 2022 por Andrés Perea, Elena Suárez, Rafael Torrelo. Fotografía por Ana Amado.
La primera proclamación se le otorga al edificio Fontán porque demuestra una combinación de las cualidades de innovación, talento, visión y compromiso que pueden crear contribuciones consistentes y significativas a la arquitectura, a la sociedad y al medioambiente.
Siguiendo los tres criterios fundamentales planteados en la declaración de intenciones para la presentación del Edificio del Año METALOCUS 2022, el edificio Fontán muestra, representa y contiene los siguientes aspectos:
Una de las principales innovaciones del Fontán es su apuesta por los individuos, la superación de definiciones clásicas de principios del siglo XX, de volúmenes bajo el sol, para cambiar y poner a las personas en el centro de su acción. El Fontán entiende la arquitectura no como un juego de volúmenes que contienen espacio, sino como la construcción de lugares en los que los individuos interactúan con el espacio y con otros individuos.
El Fontán se ha levantado en el contexto de un entorno construido por un proyecto anterior, que levantó una geografía artificial completamente nueva que negaba y reinterpretaba el Monte Gaiás, en Santiago de Compostela. Frente a esta negación del lugar, a este amurallamiento de la arquiectura que se recrea en su abstracción, la posición del Fontán es todo lo contrario o mucho más.
La innovación del Fontán y su utilidad radica no solo en generar lugares gracias a tener en el centro de su acción a las personas, sino por lo que es más interesante e innovador: el mismo edificio construye lugar al interactuar con el paisaje gallego, al introducirlo en su interior, al mostrar a sus ocupantes que no se encuentran en un «no lugar» y hacer visibles los cambios del exterior al interior, de la luz, del movimiento de la bruma, de su mirada abierta hacia el oeste, hacia el Atlántico. En este sentido el Fontán realiza un reconocimiento y admiración del paisaje gallego y de su clima.
El Fontán no es un modelo formal para salvar el mundo, es modelo a resaltar por su actitud, por ser empático y respetuoso con el lugar, por construir una arquitectura porosa, permeable, que es considerada con los usuarios y con el medioambiente.
Fontán, edificio del año 2022 por Andrés Perea, Elena Suárez, Rafael Torrelo. Fotografía por Ana Amado.
Fontán, edificio del año 2022 por Andrés Perea, Elena Suárez, Rafael Torrelo. Fotografía por Ana Amado.
«No hay ningún trabajador que no disfrute de una relación visual con el entorno hacia escenarios de la máxima calidad paisajística. Las óptimas prestaciones de confort (acústico, térmico, luminotécnico, antropométrico…) sobrepasan las determinaciones de la normativa al respecto.»