Formado inicialmente como relojero y después como artista en la Escuela de Düsseldorf –donde estudió con Bruno Goller, Ewald Mataré y Joseph Beuys en los años cincuenta– Haese aplicó mecanismos de relojería para explorar, a través del control del movimiento y del peso, las reglas del equilibrio. Su obra materializa un intento constante de llegar al límite de lo estable. Esta no solo responde constructivamente a su profundo interés por el equilibro material, sino que estuvo determinada por su estudio de teoremas cibernéticos y de las estructuras celulares.
Algunos títulos de sus esculturas, como Sinus (1987), Soma (2000), o Il Principe (1962), nos muestran la influencia que estos asuntos de índole científica supusieron a la hora de concebir sus esculturas.
Haese exploró obsesivamente la belleza de las formas en la naturaleza y la manera en que se conectan, creando un personalísimo universo estético que facilitó el camino a su comprensión. Esta profunda curiosidad le permitió desarrollar su práctica artística navegando entre diferentes campos de conocimiento, mirando desde varios ángulos en lugar de en una sola dirección.
En 1964 participó en la Documenta de Kassel y, ese mismo año, fue el primer artista alemán en tener una exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, 1964. En 1966 representó a Alemania en la Bienal de Venecia. Esta es la tercera exposición de Günter Haese en la Galería Elvira González.
Algunos títulos de sus esculturas, como Sinus (1987), Soma (2000), o Il Principe (1962), nos muestran la influencia que estos asuntos de índole científica supusieron a la hora de concebir sus esculturas.
Haese exploró obsesivamente la belleza de las formas en la naturaleza y la manera en que se conectan, creando un personalísimo universo estético que facilitó el camino a su comprensión. Esta profunda curiosidad le permitió desarrollar su práctica artística navegando entre diferentes campos de conocimiento, mirando desde varios ángulos en lugar de en una sola dirección.
En 1964 participó en la Documenta de Kassel y, ese mismo año, fue el primer artista alemán en tener una exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, 1964. En 1966 representó a Alemania en la Bienal de Venecia. Esta es la tercera exposición de Günter Haese en la Galería Elvira González.