Cuerdas, color y luz. Corolla por Inés Esnal

Descripción del proyecto por Inés Esnal

Instalado en el Edificio Coloradan en Denver, Corolla se inspira en la rica inmensidad del paisaje natural de Colorado. La instalación diseñada específicamente para el lugar recrea la flor del estado de Colorado, la columbina azul de Colorado, como una red de hilos de colores vibrantes que pasan de colores cálidos como el polen a pétalos de color frío. Al adaptarse e integrarse dentro de las condiciones arquitectónicas existentes, Corolla invita al espectador a explorar la percepción visual a través del movimiento, el cambio de perspectivas y la interacción de colores mediante efectos ópticos.

La escultura aérea cuelga en el espacio a doble altura de un vestíbulo semipúblico, dentro de un nuevo bloque residencial ubicado en el barrio de Union Station, en el centro de Denver. En la intersección de los sectores residencial, comercial y de infraestructura, el edificio de 334 apartamentos es parte de una revitalización estratégica del centro de Denver a través del desarrollo de la vivienda, la cultura y el transporte público. La Corolla absorbe y refleja la conectividad social y urbana representada en el espacio de paso semipúblico del vestíbulo, que proporciona acceso directo a la principal estación de trenes de la ciudad, así como a varios comercios minoristas. Experimentado tanto en la planta baja como en el entresuelo, Corolla magnifica la materialidad de la arquitectura circundante, a la vez que encarna el ritmo de la circulación natural.

Desde el punto de vista estructural, Corolla está suspendida por un soporte cilíndrico de seis postes con ángulos integrados que forman unos anclajes que se sitúan en tres puntos: el marco de la ventana de la entrada del edificio, la barandilla a nivel del entresuelo y el techo a doble altura. Las cuerdas elásticas de colores son estiradas y roscadas a través de la estructura de acero perforado con recubrimiento de polvo, disolviéndose en la arquitectura como nudos ocultos en los tres puntos de fijación. El resultado es una imagen abovedada -una lámpara flotante de cuerda, color y luz- que evoluciona desde una simetría estrecha en forma de estrella en el centro, hasta planos asimétricos que se retuercen a medida que se tira hacia la periferia, obligando incluso a los transeúntes más ocupados a detenerse y mirar hacia arriba. 

Corolla fue diseñada como un objeto dinámico que refleja la experiencia de múltiples perspectivas a la vez. Sus múltiples planos en varias capas se vuelven más o menos densos a medida que uno se mueve por el espacio, revelando un color específico o permitiendo que varios se mezclen por superposición. Los tonos amarillos densos se entrecruzan con las cuerdas de color naranja en la cúpula, mientras que los verdes y azules más poco concentrados se extienden hasta el entrepiso y el techo. El intrincado y entretejido patrón, con densidades variadas de cuerda y tensión lineal, produce numerosas posibilidades para el juego óptico a través de abstracciones geométricas y combinaciones de colores. El esquema de iluminación está integrado en la estructura de soporte, de tal manera que la Corolla ilumina el espacio con matices ambientales, mientras que las sombras emitidas por las cuerdas parecen filtrar la luz y multiplicar las capas de color, dotando a la pieza de una calidad etérea.

Al igual que con cada una de las piezas de cuerda específicas de Esnal, Corolla también busca generar un nuevo espacio superpuesto a uno ya existente. El resultado de la interacción entre el espacio arquitectónico y el volumen de la instalación es una experiencia de cambio de dimensiones que tiene el efecto de situar al espectador fuera del flujo de la vida cotidiana.