La parcela de 480 m², de forma rectangular, 30 metros de largo y 13 metros de ancho, se encuentra entre dos calles en diferentes niveles en el centro urbano de El Masnou.
La parcela está rodeada de edificios de hasta cinco pisos de altura, por lo que debe contar con un cierto grado de privacidad. Para dar privacidad, la casa está diseñada con un techo plano rectangular de 27 metros de largo y 7 de ancho, que también cubre parte del jardín en forma de pérgola, sostenido por paredes de ladrillo debajo de las cuales se encuentra todo el programa principal de la casa.
La vida se hace en una sola planta, bajo el mismo techo de bóvedas de cerámica y con todas las habitaciones en contacto directo con el jardín exterior.
Descripción del proyecto por BXD arquitectura
La parcela de 480 m², con forma rectangular, de 30 metros de largo y 13 metros de ancho, está situada entre dos calles a distinto nivel en el centro urbano de El Masnou (Barcelona).
A lo largo de la calle de a bajo, un muro existente de hasta cinco metros de altura contiene las tierras dejando toda la parcela a nivel de la calle de arriba.
Cuando iniciamos el proyecto, no sabíamos qué tipo de muro era, pero gracias a una fotografía antigua, descubrimos que este muro era de piedra formando arcos contrafuertes y que se repetía de la misma forma a lo largo de las parcelas contiguas. Aquel muro había formado parte del paisaje característico del lugar por lo que decidimos conservarlo e incorporarlo al proyecto.
Aprovechando el desnivel, situamos el aparcamiento de la vivienda en el semisótano, accediendo por tanto desde la calle de abajo.
Sobre este basamento de piedra donde ubicamos el aparcamiento, había una edificación existente que decidimos mantener parcialmente, pues nos permitía tener el programa funcional de la vivienda en una sola planta rebasando las distancias a lindes permitidas.
Nos encontramos por tanto con la necesidad de mantener unas construcciones existentes que debían coserse de algún modo con la nueva construcción.
Por otra parte, la parcela se encuentra rodeada de edificaciones de vivienda colectiva, de hasta cinco plantas de altura con visión predominante sobre ella por lo que pensamos que había que dotarla de cierto grado de privacidad.
La nueva construcción se resuelve mediante una cubierta plana rectangular de 27 metros de largo y 7 de ancho, apoyada sobre unos muros de ladrillo bajo la cual está todo el programa principal de la vivienda y cubriría además parte del jardín en forma de pérgola para dar privacidad.
En cuanto a la materialidad, trabajamos con los materiales que encontramos en la construcción existente: piedra, ladrillo, cerámica, madera y hormigón.
La vida se hace en una sola planta, bajo la misma cubierta de bóvedas cerámicas y con todas las estancias en contacto directo con el jardín exterior. Incluso en el jardín la cubierta se extiende desde el salón en forma de pérgola, generando un espacio exterior protegido bajo el mismo techo.