El esquema propuesto por BIG de 6.500 metros cuadrados consta de cinco piezas dispuestas en zig-zag, suavemente inclinadas para integrarse en un camino exterior continuo desde la cubierta hasta el suelo, invitando a los huéspedes a descender en esquís hacia los senderos del Valle de Joux. Además de abordar el contexto del valle, los cinco bloques apilados se despliegan suavemente para formar terrazas con vistas al paisaje.
El viaje de la cubierta al paisaje, concluye en el "Camino del Relojero", una ruta inspirada en el viaje histórico de Vallee de Joux a Ginebra. El camino forma una conexión en espiral entre el hotel y el cercano Musée Atelier, creando un diálogo entre dos piezas arquitectónicas.
En el interior, los cinco bloques forman un solo pasillo que conecta las habitaciones con la circulación de visitantes y servicios. Debajo de los bloques se encuentran, un bar, un spa, un centro de conferencias y un restaurante que están orientados hacia el valle, aprovechando las vistas panorámicas y la luz natural, a la vez que actúan como destinos individuales a lo largo del sendero inclinado.