Ben Weir
Ben Weir es artista y arquitecto por la University of Ulster Belfast y la Glasgow School of Art. Recientemente ha finalizado una estancia post-académica en la “Jan van Eyck Academie” de Maastricht.
Ben Weir opera dentro de la disciplina arquitectónica, pero escapando creativamente de las formas establecidas y habituales de esta práctica, con la intención de abrir el debate sobre diversos temas vinculados con la arquitectura.
Su trabajo nace, en parte, de la frustración, la desilusión, la indignación y la rabia. Aparece como reacción de protesta en contra de la que considera equivocada actitud de los grandes promotores privados y entidades municipales hacia el patrimonio construido, así como el aumento de la privatización del espacio público, lo cual va minimizando la percepción colectiva sobre lo que tiene que ser una ciudad compartida.
A pesar de ello su trabajo es inherentemente optimista. A través del dibujo, la escritura y la construcción de estructuras espaciales, Ben Weir une ficción, humor, crítica y opinión, de una manera intuitiva para discutir e indagar sobre el carácter de la ciudad contemporánea.
Así es, según sus propias palabras, en muchos casos su ciudad natal, Belfast: postindustrial, post-conflicto, engullida por operaciones de transformación urbanas neoliberales y lucrativas, con una creciente pérdida de patrimonio arquitectónico y un planeamiento erróneo y roto. Diseccionando, re-presentando e interrogando el artefacto urbano, a menudo con procesos aditivos y de superposición, Weir consigue llevar la discusión hacia temas más generales de sistemas de valor, autoridad, participación, toma de decisiones y responsabilidad.
Ben Weir opera dentro de la disciplina arquitectónica, pero escapando creativamente de las formas establecidas y habituales de esta práctica, con la intención de abrir el debate sobre diversos temas vinculados con la arquitectura.
Su trabajo nace, en parte, de la frustración, la desilusión, la indignación y la rabia. Aparece como reacción de protesta en contra de la que considera equivocada actitud de los grandes promotores privados y entidades municipales hacia el patrimonio construido, así como el aumento de la privatización del espacio público, lo cual va minimizando la percepción colectiva sobre lo que tiene que ser una ciudad compartida.
A pesar de ello su trabajo es inherentemente optimista. A través del dibujo, la escritura y la construcción de estructuras espaciales, Ben Weir une ficción, humor, crítica y opinión, de una manera intuitiva para discutir e indagar sobre el carácter de la ciudad contemporánea.
Así es, según sus propias palabras, en muchos casos su ciudad natal, Belfast: postindustrial, post-conflicto, engullida por operaciones de transformación urbanas neoliberales y lucrativas, con una creciente pérdida de patrimonio arquitectónico y un planeamiento erróneo y roto. Diseccionando, re-presentando e interrogando el artefacto urbano, a menudo con procesos aditivos y de superposición, Weir consigue llevar la discusión hacia temas más generales de sistemas de valor, autoridad, participación, toma de decisiones y responsabilidad.
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