Transformación de la antigua fábrica de Clesa. Propuesta de Fábrica Circular por Mita Atelier

Descripción del proyecto por Mita Atelier

Fábrica Circular
La convocatoria Reinventing Cities/C40 llamaba a proponer soluciones innovadoras, eficaces y resilientes en entornos complejos como la fábrica Clesa en Madrid, obra de uno de los grandes maestros de la arquitectura española del siglo XX: Alejandro de la Sota. La propuesta Fábrica Circular ha obtenido la segunda posición.

La circularidad como principio se implementa en un ecosistema de empresas, fundaciones y asociaciones para desarrollar proyectos de innovación sanitaria, culturales y socioambientales, a través de alianzas que garanticen el equilibrio entre intereses públicos y privados.

Para asegurar el compromiso de colaboración público-privada en el tiempo, se propone un modelo que ha de entenderse como un instrumento para la gestión de un equipamiento público singular, basado en una cooperativa sin ánimo de lucro. Se trata de un modelo de cesión de uso a 75 años donde el retorno se reinvierte en proyectos con impacto social y medioambiental positivos, incluyendo el barrio de Fuencarral.

Clesa se encuentra en un enclave único por su proximidad al hospital público Ramón y Cajal. Junto al IRYCIS (Instituto Ramón y Cajal de investigación sanitaria) se trabajó la investigación científica desde un enfoque holístico e incorporando la cultura como coadyuvante del bienestar humano (salud mental y física). Precisamente éste es el propósito de la Fundación Cultura en Vena, uno de los pilares de este proyecto.

Espacios líquidos y chicas nómadas

«Sun and Shadow» de Marcel Breuer, según Alejandro de la Sota, «es una actitud a adoptar» para tomar «Son dos componentes opuestos que forman parte de lo mismo, porque en su claridad no diluida son parte de la misma situación. Esto no significa cielo nublado».

Marcel Breuer, Sun and shadow: the philosophy of an architect, Longmans, 1956.

Entendimos que el objetivo era instalar un espacio líquido en la fábrica Clesa, pero para que funcionara también era necesario su opuesto: la cápsula. La ubicación de los antiguos depósitos de leche servía perfectamente tanto para cápsulas como para conexiones verticales. Este hallazgo surgió tras la decisión de resolver el nuevo acceso por el espacio público: la fachada oeste.

De la misma manera que los distintos volúmenes de la fábrica Clesa obedecían a una diferenciación por actividades, el proyecto de Fábrica Circular aprovecha las cualidades de cada espacio existente para definir los suyos.

Obra Universal
La fábrica conserva su atmósfera original pese al estado de abandono en el que se encuentra. Fue relevante conseguir la continuidad entre la nave este y el nivel superior de la nave oeste. Se propone una transición funcional para que el espacio bajo el arco flotante sea estancial. Aparece una grada suspendida con potencial de ser escenario, grada o librería-escalera para encuentros informales, o, por el contrario, un buen lugar para reflexionar.