Pedro Torrijos empezó a contar historias porque eso es lo que siempre le ha gustado. Lo que pasa es que estudió dos carreras. Uno fue la música, que le enseñó qué era el tiempo, y el otro fue la arquitectura, que le enseñó qué era el espacio. Se dedicó a ser arquitecto hasta que la crisis del ladrillo arrasó con la mitad del mundo, incluido él.
Recordó lo que le gustaba hacer cuando era pequeño y luego cuando era adulto: contar historias. Y los contó. Primero, llamó a un medio de comunicación y les dijo que quería colaborar como fuera. Así empezó a escribir. En seguida, volvió a llamar a otro médium y también les dijo que quería colaborar. Y también dijeron que sí. Luego lo llamaron desde otros dos medios para colaborar. Y colaboró.
Básicamente, decidió contar sus historias en una red social como nadie lo había hecho antes: como si fuera un programa de televisión. Y lo llamaron desde una productora de podcasts. En seguida, lo llamaron de un editor y de un par de entidades culturales. Su último trabajo es el podcast "Cómo suena un edificio" en colaboración con la Fundación ICO.
Recordó lo que le gustaba hacer cuando era pequeño y luego cuando era adulto: contar historias. Y los contó. Primero, llamó a un medio de comunicación y les dijo que quería colaborar como fuera. Así empezó a escribir. En seguida, volvió a llamar a otro médium y también les dijo que quería colaborar. Y también dijeron que sí. Luego lo llamaron desde otros dos medios para colaborar. Y colaboró.
Básicamente, decidió contar sus historias en una red social como nadie lo había hecho antes: como si fuera un programa de televisión. Y lo llamaron desde una productora de podcasts. En seguida, lo llamaron de un editor y de un par de entidades culturales. Su último trabajo es el podcast "Cómo suena un edificio" en colaboración con la Fundación ICO.
