En 1969 la revista Architectural Review inició la serie «Manplan» para analizar el estado de la arquitectura y el urbanismo en Gran Bretaña. La propuesta fue revolucionaria tanto en ambición como en ejecución, y radical en su tono y estilo, destacando el uso de la fotografía como herramienta fundamental para comunicar ideas y criticar el impacto de la arquitectura en la sociedad. Muchos de los temas que cubrió la serie siguen siendo relevantes hoy en día, incluida la pobreza urbana, la incertidumbre económica, la participación comunitaria en el proceso de planificación y el papel que pueden desempeñar los arquitectos en la creación de una sociedad más justa.
Manplan no sólo fue un análisis radical, a veces brutal, del entorno construido de la época, sino que hoy constituye un necesario recordatorio de la vida británica a finales de los años sesenta. Su intención declarada era tomar «como criterio las necesidades reales y no las normas mínimas».
La exposición cuenta con copias digitalizadas, material de archivo y 76 fotografías tomadas por profesionales de renombre como Ian Berry, Patrick Ward y Tony Ray-Jones, que rara vez han sido reeditadas y nunca antes expuestas.
Escuela primaria no identificada. Fotógrafo desconocido. Cortesía de Architectural Press Archive / RIBA Collections.
Entre septiembre de 1969 y septiembre de 1970 se publicaron ocho números especiales, cada uno de los cuales se dedicó a un área individual de la actividad humana que se consideraba afectada por las decisiones de proyecto de arquitectura y urbanismo. Se invitó a editores externos, entre los que estaban Norman Foster y Virginia Makins, junto con fotoperiodistas y fotógrafos callejeros especialmente invitados para que articulasen poderosamente el tema de cada número.
Las imágenes que definieron Manplan no se parecían a nada que se hubiera visto antes en aquellas páginas de Architectural Review. La composición se centró en las personas, cambiando el énfasis de la arquitectura misma al elemento humano dentro del entorno construido. Las impactantes imágenes en blanco y negro, tomadas con una cámara de 35 mm con un espíritu de fotorreportaje, crearon una fuerte declaración visual para respaldar el texto de cada edición, con temas como «Religión», «Salud y bienestar», «Frustración» y «Educación».
La dirección de arte y el diseño de la revista fueron gráficos y originales, proporcionando un poderoso telón de fondo para las impactantes imágenes en blanco y negro. El mensaje general fue un comentario fuerte, intransigente y muy crítico sobre las condiciones de vida contemporáneas, que encarnaba tanto el idealismo de la década de 1960 como la desilusión sentida al final de esa década. Muchas de las cuestiones abordadas siguen siendo extremadamente pertinentes hoy en día.
Manplan no sólo fue un análisis radical, a veces brutal, del entorno construido de la época, sino que hoy constituye un necesario recordatorio de la vida británica a finales de los años sesenta. Su intención declarada era tomar «como criterio las necesidades reales y no las normas mínimas».
La exposición cuenta con copias digitalizadas, material de archivo y 76 fotografías tomadas por profesionales de renombre como Ian Berry, Patrick Ward y Tony Ray-Jones, que rara vez han sido reeditadas y nunca antes expuestas.
Escuela primaria no identificada. Fotógrafo desconocido. Cortesía de Architectural Press Archive / RIBA Collections.
Entre septiembre de 1969 y septiembre de 1970 se publicaron ocho números especiales, cada uno de los cuales se dedicó a un área individual de la actividad humana que se consideraba afectada por las decisiones de proyecto de arquitectura y urbanismo. Se invitó a editores externos, entre los que estaban Norman Foster y Virginia Makins, junto con fotoperiodistas y fotógrafos callejeros especialmente invitados para que articulasen poderosamente el tema de cada número.
Las imágenes que definieron Manplan no se parecían a nada que se hubiera visto antes en aquellas páginas de Architectural Review. La composición se centró en las personas, cambiando el énfasis de la arquitectura misma al elemento humano dentro del entorno construido. Las impactantes imágenes en blanco y negro, tomadas con una cámara de 35 mm con un espíritu de fotorreportaje, crearon una fuerte declaración visual para respaldar el texto de cada edición, con temas como «Religión», «Salud y bienestar», «Frustración» y «Educación».
La dirección de arte y el diseño de la revista fueron gráficos y originales, proporcionando un poderoso telón de fondo para las impactantes imágenes en blanco y negro. El mensaje general fue un comentario fuerte, intransigente y muy crítico sobre las condiciones de vida contemporáneas, que encarnaba tanto el idealismo de la década de 1960 como la desilusión sentida al final de esa década. Muchas de las cuestiones abordadas siguen siendo extremadamente pertinentes hoy en día.
«Esta exposición, con el poder puro de sus fotografías, nos devuelve a una época de desafíos, disparidades y desilusiones, pero también a una época de cuestionamientos, protestas y campañas, en muchos sentidos, muy parecida a nuestro aquí y ahora. Es un recordatorio oportuno de la importancia de la participación de los ciudadanos en las decisiones que afectan a sus comunidades y del papel que pueden desempeñar los arquitectos en la creación de una sociedad más justa.»
Valeria Carullo, curadora principal de la exposición y curadora de fotografías del RIBA
«La exposición es un homenaje a la época dorada de The Architectural Review que, en gran parte, se debió a la visión resuelta de un mecenas ilustrado de las artes con conciencia social: es un legado envidiable.»
Lord Norman Foster