La instalación «Patrimonio emocional» se estructura mediante cuatro secciones que aglutinan una serie de proyectos con los que explican su ideario de trabajo: «Dibujar con el tiempo», en el que presentan su proyecto para el Museo Mills de Palma de Mallorca (2002); «El valor de uso», que lo explican a través de los proyectos, el Almacén Yutes de Barcelona (2005), y la
Sala Beckett, también en Barcelona (2017); «La condición abierta de la ruina», explicada con el
Laboratorio Cultural Variétés de Bruselas (actualmente en proceso); y, por último, «El derecho a heredar», con el que presentan otros dos proyectos, el
Centro Cultural Casal Balaguer en Mallorca (2016), y la Favorita Fab Lab de Barcelona (en construcción).
«Patrimonio emocional» por Flores & Prats. Fotografía por Adrià Goula.
Esta es la cuarta vez que
Flores & Prats participa en el evento veneciano. Después de la Biennale Architettura 2014 como parte del Evento Colateral «Grafting Architecture. Cataluña en Venecia», la Biennale Architettura
2016 en el Pabellón de España (premio Leone d'Oro por la exposición Inacabada) y la Biennale Architettura 2018 en la exposición principal
FREESPACE comisariada por Yvonne Farrell y Shelley McNamara y en el Pabellón de la Santa Sede (junto con Otros 9 arquitectos internacionales, cada uno de ellos fue invitado a construir una
capilla en la isla de San Giorgio (su capilla aún está abierta al público), este año Ricardo Flores y Eva Prats fueron invitados por Lesley Lokko a formar parte de la sección "Dangerous Liaisons" de la exposición principal en la Corderie del Arsenale de Venecia. La sección está compuesta por profesionales de todo el mundo que trabajan a través de fronteras disciplinarias, geografías y nuevas formas de asociación y colaboración.
Se invita al público a experimentar cómo
Flores & Prats observan lugares y espacios construidos como depósitos de emociones y recuerdos. Según Ricardo Flores y Eva Prats, “Las personas no son las únicas que contienen la memoria de un lugar. Los edificios también están imbuidos de recuerdos de los usos y vidas que los ocupan.
«Patrimonio emocional» por Flores & Prats. Fotografía por Adrià Goula.
El entorno construido refleja el comportamiento social, hablando de una forma de usar el suelo, el cielo y una forma de habitar. Como arquitecto, leer los recuerdos guardados en edificios y personas es pensar en un futuro que cuenta con el pasado”. Esta idea se refleja en el enfoque cultural del estudio y en sus proyectos, especialmente aquellos centrados en la rehabilitación de estructuras antiguas para nuevas ocupaciones.
Los arquitectos también sugieren que cuando un edificio está cerrado y abandonado, aún permanece vivo en la memoria de quienes vivieron allí. Estos edificios abandonados tienen valores cívicos y morales arraigados a través del uso y el tiempo, junto con las historias de las personas que los usaron a lo largo de los años. Estas ocupaciones han creado una constelación invisible de relaciones sociales que expanden la influencia del edificio a un universo a su alrededor.
