El corazón del edificio es el nuevo y amplio atrio, que proporciona un nuevo espacio espectacular para ver los objetos más grandes de la colección del Museo. La relación entre estas exposiciones y las galerías circundantes, han sido redefinidas por completo - por primera vez, se suspenden la exposición del jet Harrier, Spitfire (Avión de guerra), el cohete V2 y otros objetos irónicos, para sustituirlos por una nueva exposición que corresponda a la nueva galería, en cada una de las plantas.
Visto desde los niveles superiores, el avión se enmarca en una serie de alerones de hormigón a gran escala. Estos alerones se alinean en el atrio y se ensanchan a medida que suben para proporcionar un soporte estructural a la aeronave. Las terrazas que se generan entre medias de los alerones abren nuevas conexiones visuales verticalmente y a través del gran espacio central. Además el nuevo suelo de la galería suspendido bajo la cúpula del techo protege a los objetos expuestos de luz solar directa.
Las galerías han sido totalmente redistribuidas, con un nueva disposición cronológica diseñada para ser más intuitiva. Las nuevas Galerías del Museo Imperial de la Guerra, con interiores de Casson Mann, se encuentran en la planta baja, y la planta superior del edificio finalmente se dedicará a los conflictos actuales. La circulación vertical también ha sido rediseñada para hacer las conexiones entre plantas más visibles - una nueva escalera en voladizo forma el nuevo telón de fondo del atrio.
En lugar de invadir el espacio de la exposición, la cafetería y la tienda se han trasladado de nuevo y se ha recolocado en la planta baja, bajo la zona de acceso al edificio. Las ventanas de la planta baja previamente selladas a lo largo de la fachada oeste se han abierto al exterior para permitir nuevos puntos de vista en el museo, así como vistas al parque y al atrio. La cafetería ahora se va a poder utilizar fuera del horario de apertura del Museo, y se van a poder sacar las sillas al parque para crear un comedor al aire libre.
El suelo del atrio se baja a nivel del parque, por una posible fase de desarrollo en un futuro, y para crear una nueva entrada al edificio más accesible para todos y por debajo de la escalera pórtico existente. La escalera de la entrada actual es temporal y se eliminará cuando la nueva entrada se haya terminado. El nuevo patio delantero ovalado diseñado, creará una plaza pública, equilibrando el peso visual del edificio histórico y haciendo hincapié en el Museo Imperial de la Guerra como una institución contemporánea, al tiempo que conserva la integridad de la estructura existente.