El programa desarrollado por RCR Arquitectes se ordena por zonas diferenciadas en colores, en función a las necesidades de los alumnos a los que va a servir. El conjunto cuenta con diferentes puntos de intercambio desde donde potenciar la creatividad de los alumnos, ofreciendo un lugar donde poner en común inquietudes y compartir conocimientos.
«Donada por Ibrahim Al Ghurair y su familia a su distrito local en Dubai y diseñada por RCR Arquitectes, la Escuela Dar Al Marefa ofrece a los niños y al personal un campus visionario diseñado para estimular el descubrimiento, el aprendizaje, el crecimiento y la creatividad de los estudiantes de todas las edades.»
RCR Arquitectes.
Escuela Dar Al Marefa por RCR Arquitectes. Fotografía por Hisao Suzuki.
Una celosía rodea los módulos que dan forma al conjunto, tamizando la luz que entra al interior, enriqueciendo el espacio arquitectónico y con ello la experiencia interior mediante un juego de luces y sombras que a su vez sirve como estrategia de protección solar en respuesta al clima local.
El recorrido marcado por unas pérgolas de malla textil y metálica comunica los diferentes volúmenes del conjunto, sirviendo al mismo tiempo como protección exterior de la radiación solar a los alumnos y continuando el juego de luces y sombras que encontramos en los espacios interiores.
«Un espacio alegre y lleno de vida en un entorno donde todo está por descubrir».
Rafael Aranda Quiles, RCR Arquitectes
Dar Al Marefa School by RCR Arquitectes. Photograph by Hisao Suzuki.
Dar Al Marefa School by RCR Arquitectes. Photograph by Hisao Suzuki.
El campus está pensado para maximizar el potencial de aprendizaje de los estudiantes, un conjunto proyectado para ser un espacio abierto que fomenta la creatividad, la colaboración y la innovación. La arquitectura, al volumetría y composición de los diferentes espacios de la escuela generan un conjunto de sombras, acompañados de colores y formas que unidos a las instalaciones y la vegetación interior construyen un conjunto de patrones entrelazados y recorridos sinuosos, que crean un ambiente animado y alegre, que estimula en los jóvenes estudiantes el descubrimiento, el aprendizaje, el crecimiento y la creatividad.
«La ciudad del descubrimiento, del aprender, del crecer, del crear. Niños de 0 a 18 años. Una escuela para todas las edades en un conjunto común. Cada edad encuentra su color, su posición, su creatividad. Cada edad crea sus sombras y sus espacios de relación. Y los servicios comunes del teatrito, la cantina, la biblioteca, el deporte van creando caminos y plazas que recogen otros tantos. Una modulación y una estandarización para buscar una economía de medios en la realización del conjunto. Una colmena alegre y vigorosa en un entorno donde todo está por descubrir.»
RCR Arquitectes.