R21 Arkitekter incluye en cada cabaña dos viviendas que se organizan en dos plantas. La primera planta alberga los dormitorios y las áreas de servicio, mientras que en la parte alta se encuentran las áreas comunes y de día. Esta decisión de ubicar los espacios comunes en la planta superior se tomó para garantizar unas vistas despejadas hacia el paisaje.
Los servicios y las conexiones verticales se ubican en las medianeras, liberando el espacio para que las áreas habitables se inunden de la luz natural. La cabaña con cubierta a dos aguas se organiza de manera que coincide la medianera que separa las dos viviendas con la cumbrera de la cubierta.
Constructivamente se empleo un sistema ventilado de madera, la cual se trato exteriormente para evitar que se deteriorase debido a la nieve y el hielo de las montañas. Se decidió exponer la estructura de la cubierta para conceder un carácter tectónico distintivo a la cabaña. Gracias a esta estrategia y a la integración de fachadas ventiladas se refuerza la ligereza visual consiguiendo una coherencia formal en el proyecto.
Cabañas Vinterro por R21 Arkitekter. Fotografía por Mariela Apollonio
Descripción del proyecto por R21 Arkitekter
El encargo consiste en el diseño y construcción de 26 casas adosadas para uso de fin de semana, ubicadas en Kvitfjell, un centro de esquí a tres horas de Oslo.
La parcela se encuentra en un pequeño valle en la parte más alta del centro de esquí. Esta particular ubicación condiciona el proyecto al priorizar la planta superior para garantizar una mejor integración visual con el entorno. Se buscó crear vistas cruzadas hacia ambos lados: por un lado, el sol de la mañana con la cima de Kvitfjell como fondo, y por el otro, el sol del atardecer sobre las pistas de esquí.
Cada unidad consta de dos apartamentos distribuidos en dos plantas. Para garantizar vistas despejadas, se decidió ubicar los dormitorios y las áreas de servicio en la planta inferior, dejando las áreas comunes y de día en la planta superior.
Para asegurar la independencia de cada unidad, los servicios y la circulación vertical se concentran en las medianeras, liberando el perímetro para las áreas habitables, que se benefician de abundante luz natural. La planta superior, concebida como un espacio abierto, refuerza la flexibilidad funcional y asegura una iluminación óptima en todos los ambientes. La cocina se sitúa estratégicamente, no como un elemento aislado, sino integrada en el muro, como una «tercera fachada». Este posicionamiento genera una conexión visual entre ambos lados del edificio, maximizando las vistas y reforzando la continuidad espacial. En planta, la medianera coincide con la cumbrera del techo, de modo que cada vivienda se organiza bajo una cubierta a un agua. Así, aunque cada edificio es una unidad autónoma, se integra armónicamente en un conjunto que respeta la naturaleza y la topografía del lugar.
En cuanto a la construcción, se optó por un sistema de madera ventilada que remite al apilamiento tradicional de madera en la región. La madera expuesta se trata para evitar el deterioro y la formación de hielo en las capas superiores, prolongando significativamente su vida útil. Los volúmenes sobresalen en las áreas de las ventanas, permitiendo sostener los balcones, garantizar la privacidad entre las unidades y protegerlas de los vientos predominantes. Estas proyecciones se orientan siempre hacia las vistas y organizan las fachadas en forma de cruz.
La integración de las fachadas ventiladas y la exposición de la estructura en la cubierta otorgan al conjunto un carácter tectónico distintivo. La solución constructiva transforma los volúmenes en planos y los planos en líneas, reforzando la ligereza visual y la coherencia formal del proyecto.