Descripción del viaje por Felipe Pich
Los dibujos son un documento gráfico de un viaje a través de Cuba, del 14 al 25 de Agosto del año 2016. 3 días en la Habana a pie y en taxi por las calles de la parte más vieja de la ciudad. Mucho calor, mucha humedad y mucho contacto con la gente que nos interpelaba a cada paso. Quedamos sorprendidos por la presencia superpuesta de tantas circunstancias del pasado: la Cuba indígena, la conquista y la colonización americana, el imperio de los gánsteres, la revolución de Fidel y el Che y la presión soviética posterior. Hasta llegar al momento presente donde todo parece flotar por los aires.
Subimos a la furgoneta hasta Viñales y la zona tabaquera, un precioso viaje en el tiempo, cuando la naturaleza tan exuberante de Cuba, apenas alterada por las construcciones y la civilización, acogía a las poblaciones indígenas en inmensas grutas húmedas y la selva cerrada, como un paraíso. Allí ahora hay extensas plantaciones de hoja de tabaco de calidad, y maduraciones muy diversas que sirven para la compleja elaboración de la industria del tabaco local. Allí todos nos fumamos un puro y no podía ser de otra manera.
De allí continuamos hacia el este a través de la gran arteria viaria que es la autopista central. Esa carretera amplísima recorre toda la isla de extremo a extremo y conforma la espina dorsal de sus comunicaciones y su actividad económica. Cualquier desplazamiento en Cuba es complicadísimo al no haber transportes públicos fiables y siendo su red de carreteras muy precaria. La autopista central es una línea de asfalto que traspasa la selva y donde se agolpan infinidad de individuos que la cruzan, hacen autostop, venden futa o la recorren a caballo.
Así llegamos a Santa Clara, ciudad ilustrada en la costa del norte. Aquí casi no hay turistas . La alameda central, con su plaza, su garito elevado por la orquestra y las fachadas bien definidas en su perímetro de construcción clásica, recuerdan a tantas otras ciudades del Caribe. Aquí escuchamos por primera vez las contadas manifestaciones disidentes contra el orden establecido, envueltas con el ritmo de la música.
En Santa Clara pervive intensamente el recuerdo del Che Guevara. Allí está su mausoleo, un monumento legendario de exaltación de su persona. También allí se rememora la decisiva escaramuza de los revolucionarios de Fidel Castro que consiguieron tomar un tren blindado del ejército oficial, y ese hecho cambió el curso de los acontecimientos.
Estuvimos un día entero recorriendo las playas del Cayo Santa María, una jornada entera bajo el sol y dentro del agua. En esas playas el espectáculo de los reflejos de las olas y las nubes dibujando siempre formas cambiantes nos hicieron fantasear con la presencia de algunas siluetas de piratas.
Hacia Trinidad descendimos a través de carreteras imposibles hacia la costa sur de la isla atravesando las escarpadas laderas de la sierra maestra y recorriendo después los frondosos valles que desembocan en el mar Caribe. En esos valles pueden aún visitarse las antiguas haciendas azucareras que durante los siglos XVIII y IX emplearon a miles de braceros esclavos para el cultivo y la siega de la caña de azúcar. Algunos personajes feroces fundaron riquísimas sagas familiares en el comercio y el dominio de tantas tragedias. Ése es el lugar que se llama el Valle de los Ingenios, un paisaje tórrido y terrible.
Trinidad es una ciudad encantadora y compacta. Un entramado de calles ortogonal con sus casas bien ordenadas que, sin embargo, van construyendo plazas y pequeños intersticios de extraordinaria calidad urbana. En Trinidad se siente quizás con mayor intensidad que en cualquier otro lugar de la isla, la música y el arte. Allí también permaneció algún tiempo Alexander Humboldt en su recorrido por centro América. Después del sol durísimo de las horas de la tarde, la ciudad mejora con la noche y salen a la calle cientos de personas que durante el día permanecían ocultas.
Bordeando la costa sur llegamos a Cienfuegos y su profundísima bahía después de recorrer un largo trecho de la costa sur. Allí vivimos el recuerdo de la bahía de cochinos en la playa Jirón, donde un museo algo destartalado recuerda el intento de invasión por parte de los Estados Unidas de la Cuba tomada por el Che Guevara. Ese acontecimiento que mantuvo en vilo a la población mundial durante 3 días decantó finalmente a la Cuba revolucionaria en brazos de la Unión Soviética y lo que hasta entonces había sido un monumento de liberación sentimental acabó en un tratado de adhesión ideológico a la causa comunista.
De vuelta a la Habana por una noche seguimos el rastro de los tuburbios“chique” que tanto frecuentó Hemingway, ese recuerdo bien vale una cena en la Floridita acompañada de Daiquiris.
Los dibujos que presentamos son el reportaje gráfico de nuestro recorrido y seguramente permiten leer muchas cosas imposibles de describir de otro modo. Son dibujos realizados directamente en el lugar, en un cuaderno de notas 3x15 centímetros, de papel piedra satinado. Los instrumentos son rotuladores sintéticos de pintas y procedencias muy diversas. También hay bolígrafo y lápiz de grafito de punta blanda. Nunca se utilizó la goma.
Un viaje a través de Cuba, ilustrado por una colección de dibujos realizados a mano por Felipe Pich directamente en el lugar.
Los arquitectos, poseemos una mirada particular sobre las cosas. Las texturas, los colores, las sensaciones más nimias no nos pasan desapercibidas y nos depiertan una fuerte necesidad de atraparlas ya sea por medio de la fotografía, el dibujo o las letras. Es en esta ocasión un viaje por Cuba el que despertará ese mirar de Felipe Pich. Dibujos cargados de color que nos muestran la particular visión del arquitecto durante sus visitas a las ciudades de Cabo Santa, Remedios, Santa Clara, La Habana, Viñales, Pinar del Río, Playa viaje, Cueva de lo sPeces, Cieunfuegos, Trinidad y el Valle de los Ingenios.
Más información
Publicado en:
14 de Noviembre de 2016
Cita: "Viaje a Cuba a través de los ojos de Felipe Pich" METALOCUS.
Accedido el
<http://www.metalocus.es/es/noticias/viaje-a-cuba-a-traves-de-los-ojos-de-felipe-pich>
ISSN 1139-6415
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