La obra, proyectada por el estudio el fabricante de espheras, apuesta por la recuperación del espacio claustral con la incorporación de un paramento de barro cocido tradicional, que se refleja en la superficie de espejos. El empleo de un único material como herramienta para la recuperación del claustro responde a la decisión de finalizar los elementos inacabados del patio clásico y poner en valor la planta baja.
Descripción del proyecto por el fabricante de espheras
El punto de partida para la regeneración urbana del Palau-Castell de Betxí fue el ataque sufrido por el patrimonio valenciano en la década de los años 70. Se pierde la mitad del claustro renacentista al ser invadido por dos bloques de construcción de viviendas.
La revitalización del monumento (protegido al mayor nivel nacional como Bien de Interés Cultural) fue solicitada por diversas organizaciones de la sociedad valenciana y apoyada por el ayuntamiento de Betxí, durante los 20 años de abandono en los que permaneció el edificio.
La propuesta consiste en la primera de las 8 fases que se establecerán en el monumento. Finalizada en julio de 2014, la pared divisoria preexistente se utiliza como soporte para un espejo que refleja la parte perdida del claustro renacentista. Evoca la pasada plenitud del Palau-Castell y restaura un espacio urbano olvidado, recuperando la importancia socio-culturales de la que una vez disfrutó.
La regeneración urbana de Palau-Castell ha sido galardonada con el Premio de Arquitectura de cerámica ASCER 2014, que reconoce la regeneración urbana y la protección del patrimonio de esta intervención arquitectónica, donde se emplea un espejo y cerámica tradicional en el pavimento.