Líneas rectas y símbolos geométricos aparecen dentro y fuera de este palangrero atunero, respondiendo a un resumen con tres palabras clave; líneas rectas, desniveles y masividad, que ofrecen la "sensación de seguridad de tierra firme".
Descripción del proyecto por Nendo
Diseño interior y exterior del palangrero atun pelágico Shofukumaru, operado por Usufuku Honten en la ciudad de Kesennuma, una ciudad en la región de Tohoku.
Su peso total es de 486 toneladas, con una capacidad para 23 miembros de la tripulación. Para capturar patudo y atún rojo, la tripulación pasa 10 meses de trabajos forzados en el mar, donde generalmente se dice que el estrés mental y físico produce una tasa de rotación superior al 50 por ciento entre su tripulación más joven. Y así, la solicitud fue diseñar un barco pesquero que contribuya a aliviar el estrés y atraiga a los miembros jóvenes.
Para el diseño exterior, la belleza inherente de la forma del barco se acentuó con un patrón lineal que enfatiza la curvatura del casco. La marca registrada de Usufuku, que consiste en lo que se llama un Chigai-yama (montañas), Hoshi (estrella), Ichi (uno) fue deconstruido y reconstruido en un patrón gráfico japonés por excelencia.
El patrón se repite en varias formas, incluido el piso a bordo, para unir el interior con el exterior. El interior también está diseñado con líneas rectas.
La idea se concibió a partir de la idea de que nuestra especie, que originalmente no estaba acostumbrada a pasar largos períodos en el mar, podría ser consolada por la linealidad que recuerda a la vida en tierra: las líneas rectas de edificios, ventanas, puertas y pantallas de teléfonos inteligentes y televisores. Las juntas rayadas y las aberturas rectilíneas se emplearon principalmente mientras se mantenían las superficies curvas en los lugares necesarios para garantizar la seguridad, y la iluminación indirecta que proporciona una sensación de serenidad y seguridad también cae en líneas rectas.
Otro tema reconocido en este momento era cómo desarrollar desigualdades. Como se observa en los interiores de los hospitales, los entornos centrados en la funcionalidad tienden a ser espacios homogéneos, en los que a veces causa estrés psicológico para los usuarios.
Para evitar esto, los patrones, rayas y materiales mencionados anteriormente se dispersaron al azar y con moderación, para crear espacios con diferentes personajes con los que la tripulación no se aburrirá. El último elemento acentuado del diseño fue la masividad. Esto también tenía como objetivo distraer el estado de flotación constante mediante el diseño de muebles con mesas pesadas más gruesas que las habituales y taburetes parecidos a tocones enraizados en el piso. Con las tres palabras clave: líneas rectas, desniveles y masividad, el diseño se centró en incorporar la sensación de seguridad en tierra firme.
Por último, el barco está totalmente equipado con un sistema de Wi-Fi, el primero en un atunero doméstico, y un área de ocupación por persona aumentada junto con un techo más alto que el interior convencional. Además, se logró un diseño destinado a aliviar las cargas físicas y mentales de la tripulación instalando pendientes para facilitar la transición sin problemas del atún a la bodega, entre varias otras mejoras funcionales.