Las piezas que podemos ver en la exposición provienen de experiencias vividas de la artista Rachel Valdés de la Cuba de la década de los 90. Su trabajo esta lleno de referencias arquitectónicas y geométricas donde la perspectiva se apodera de elementos que recuerdan a aquellas piscinas entresacadas de sus recuerdos.
«Creo que, de alguna manera, estos patrones se quedaron en mi subconsciente hasta el día de hoy. Lo que yo dibujo semeja a pirámides invertidas, restos arqueológicos de edificios y ciudades que alguna vez soñé y hasta exploré alguna vez. Recuerdo minuciosamente casi todos sus detalles, líneas rectas de un extremo a otro para enfatizar su raíz arquitectónica racionalista. Represento estas imágenes, que forman parte de mi imaginario, para acercar al espectador a ese estado de percepción que deseo experimentar y compartir».
Rachel Valdés
En la muestra percibimos dosis de la ambigüedad figuración-abstracción, «me interesa como posibilidad para inquietar, como argumento para relatos improvisados o para sugerir narrativas suspendidas en el aire y que ahora tienen un peso específico», apunta la artista. «Las piscinas, en tanto elementos casi urbanos, subyacen en la intimidad de mis sueños paradójicamente. Se adscriben a mi espectro de obsesiones formales como las pirámides, las paredes, los laberintos, la arquitectura en general: componentes todos de mis recorridos por dentro y por fuera de mí misma».
La artista usa el dibujo y la acuarela porque el estudio de las perspectivas aguadas y el color le permiten una libertad para acercarse a un punto de vista prácticamente arqueológico. Se dio a conocer internacionalmente con grandes instalaciones inmersivas y con pinturas abstractas gigantes pero, en Piscinas, Valdés vuelve al dibujo y a la acuarela.
«El dibujo para mí siempre ha sido la base de todo. A la hora de desarrollar una idea parto de bocetos, y dibujos previos. Digamos que la perspectiva, el cálculo matemático y la puesta en escena de una forma tridimensional dentro de un espacio bidimensional, es algo que me ha fascinado desde los comienzos de mis estudios. Esa idea de crear ilusiones ópticas a través de una superficie. Creo que de ahí surge un poco esa dicotomía que siempre intento conectar en mi discurso general, esa relación entre el mundo material y el mundo inmaterial, lo objetivo de lo subjetivo, lo físico y tangible, junto con lo opuesto».
Rachel Valdés
«Piscina azul profundo» por Rachel Valdés, 2023. Acuarela sobre cartulina (188 x 130 cm). Imagen cortesía de Rachel Valdés.
Rachel Valdés quiere despertar la curiosidad del espectador y buscar la necesidad de saber mas allá de lo que se ve a simple vista. La interpretación de los que ven las obras ayuda a terminar la historia del arte que se crea, Valdés deja camino a la percepción del que lo ve.
«Esa sensación de no terminar la historia, o como que en cualquier momento puede tener un final completamente inesperado. Con mis esculturas, y también con la serie de dibujos que presento en esta muestra, me gusta dejar un camino abierto a la percepción e interpretación».
Rachel Valdés