El proyecto desarrollado por CAAM + Arquitectos se ordena en torno a un eje central marcado por una pérgola, que actúa como hilo conductor y distribuye los espacios de forma ligera y natural. Marcado por el telón de fondo que supone el entorno costero, el recorrido por el interior de la vivienda lleva a los usuarios por diferentes jardines, plazas, esculturas y espacios en un delicado juego de volúmenes.
Como reflejo de la simbiosis entre entorno natural y arquitectura que significa el proyecto, los característicos colores cálidos que muestran los atardeceres del lugar, se funden armónicamente con las tonalidades rojizas típicas de la tradición regional y los sólidos muros de hormigón que dan forma al proyecto.
Conjunto Lyons por CAAM + Arquitectos. Fotografía por Claudio Napolitano.
Descripción del proyecto por CAAM + Arquitectos
En Playa Blanca, Zihuatanejo, se erige junto al mar Conjunto Lyons, concebido como un sereno refugio vacacional en una ubicación excepcional de México y el mundo.
Los clientes deseaban un espacio destinado a la meditación, lo que llevó a un proyecto peculiar que integra confort y bienestar en conexión con su paisaje natural. Este proyecto se presenta como un refugio familiar donde la arquitectura se une a la naturaleza de manera armoniosa. La frase de Luis Barragán, «La casa es el jardín y el jardín es la casa», refleja la esencia de este proyecto.
La casa se organiza alrededor de un eje central pergolado que actúa como hilo conductor, distribuyendo los espacios de forma ligera y natural. Este recorrido, enmarcado por la excepcional vista del mar, se despliega a través de jardines, plazas, esculturas y recámaras, creando un delicado juego entre la aparición y desaparición de los elementos.
Los muros de hormigón, combinados con tepetate rojo, evocan las tonalidades típicas de la región, fundiéndose con los gloriosos atardeceres. De este modo, los espacios interiores y exteriores se integran orgánicamente, estableciendo una armonía sutil. La casa cuenta con cuatro habitaciones: tres recámaras, una de ellas principal, y un estudio. Además, un mirador ofrece nuevas perspectivas y una alberca brinda vistas privilegiadas del océano.
Los baños, proyectados con jardines interiores, aportan frescura y un toque natural, reforzando la conexión entre el interior y el exterior. Cada rincón está pensado para maximizar la experiencia sensorial del visitante, creando un ambiente que invita a la calma y a la reflexión.
La segunda fase del proyecto incluye un jardín para la meditación, que se convierte en un espacio especial. Esta área cuenta con dos recámaras de visitas y un salón multifuncional, además de un impresionante pabellón de meditación. Con su apertura circular en el techo, este pabellón permite que la lluvia, el viento y la luz se integren de manera fluida en el espacio. Asimismo, el canal de nado que se conecta con la alberca disuelve las barreras entre lo interior y exterior, ofreciendo una experiencia única de inmersión en la naturaleza.
El Conjunto Lyons no es solo un refugio físico, sino un verdadero espacio de transformación emocional y espiritual. En donde al combinar la arquitectura con la naturaleza, los visitantes se ven envueltos en un ambiente que favorece el descanso, la meditación y el autodescubrimiento. Cada rincón del lugar invita a la introspección, y las actividades ofrecidas—desde prácticas de meditación hasta momentos de contemplación—contribuyen al bienestar integral.
En este oasis atemporal, las fronteras entre el ser humano y la naturaleza se desvanecen, creando un espacio que es tanto un refugio como un lugar de experiencias significativas. No solo satisface las necesidades de sus visitantes, sino que también les proporciona herramientas para reconectar con su esencia y con el mundo que les rodea. Así, este santuario se convierte en un destino esencial para quienes buscan una escapada emocional y un descubrimiento continuo entre la naturaleza, el ser humano y la arquitectura.